Luego de haber solicitado a mi amigo Pablo, que nos
consiguiera un campo para poder cazar en sus pagos, golpeó la puerta de casa con buenas noticias horas
después de hablar por
teléfono con su primo el
Colo, dueños de los campos donde
realizaríamos la salida.Nos informó que el campo podía ser utilizado dentro de las
próxima semanas ya que en el mismo
crían ganado y
ovejas, y que nos permitiría cazar mientras las
ovejas no comiencen a parir.
Como el viaje era largo para nuestro tiempo, y sabiendo que el fin de
semana largo se acercaba, organizamos
rápidamente la visita, previa llamada a mis primos y
tío para invitarlos a participar de una salida
difente. Lamentablemente sus trabajos se lo impedía, un verdadera pena, ya que con ellos hemos compartido esta actividad toda nuestra vida y
deseábamos realmente caminar los campos juntos.
Armamos nuestras cosas, cargamos la camioneta, y partimos a las 3.00
am del
sabado hacia destino. Viajamos 6 horas para llegar, entre mates,
vizcochos y charlas que
previzualizaban la organización para cazar las
vizcachas por la noche.
Sacamos los permisos dentro de la ciudad de
Curuzu Cuatia, visitamos a la madre de Pablo que nos
atendió como reyes, y esperamos al
Colo que nos llevó al campo, donde
ahí mismo, nos
subió a su camioneta para darnos una recorrida por el mismo. Un campo que al mirarlo, nos quedamos perplejos, era inmenso, no
estábamos acostumbrados a tanta amplitud para cazar, menos aun, al ver que todo era pastura.
El
Colo, muy amable, nos mostró las
vizcacheras por todo el campo, y estamos hablando de un campo de 2800
hec, una cosa impresionante!!.Luego de la recorrida, El
Colo partió hacia sus responsabilidades y nosotros nos pusimos la ropa adecuada para comenzar a cazar. unas empandas hechas por mi vieja, que es una
ídola, ya que nos salvaron de perder el tiempo en cocinar!, medio vino para relajar los
músculos, y comenzamos a caminar.
No pasaron 20
mtrs que ya estaba añorando a mi perro, fue cuando me di cuenta que sin el, la caza es distinta, para no decir aburrida, porque sin el, las cosas son muy distintas. La necesidad del perro se noto indefectiblemente, las perdices jamas habían sido tiroteadas, ya que nadie va a cazarlas, caminaban
muchisimos metros y las
demás... no volaban... era muy
difícil hacerles volar para dispararles,
realmente poder dar con ellas fue
difícil.
Comenzaron a salir no mucho
después que comenzamos a cazar,
increíblemente, quiero dar una excusa, pero la falta de mi perro me hizo errar como ha
ce años no herraba; los primeros 10 tiros fueron errados, y no podía corregir mi puntería, de la
decepción que sentía. Mientras tanto, mi viejo, solo
había errado 2 y comenzaba a pegar, era justo, el hacia 3 años que no tiraba, pero yo hacia 2 semanas!...
La cuenta de abatidas
comenzó a subir cuando corregí la
técnica, igualamos en la
jornada con el, pero al fina... como era de saber... supo separarse de mi por 3 piezas... regresamos a la camioneta para
descanzar cuando su comentario no podía faltar.... SIEMPRE SERAS MI HIJO!... y si... lo reconozco... siempre lo seré... es muy
difícil llegar a tu calidad... me faltan
muchisimos años y cartuchos quemados...
Regresamos por mates mientras
limpiabamos las piezas, nos pusimos las camperas ya que a las 17.30 ya se
sentía una helada intensa caer y se estaba poniendo muy seria la cosa... aun nos esperaban las
vizcachas.
Cenamos colocamos los reflectores y partimos con el
capataz de la estancia que su amabilidad fue asombrosa, en todo momento se preocupo por nuestra comodidad y el hacernos sentir muy bien, fuimos recibidos de una manera tan calidad... de esas que suelen ocurrir cada vez que uno concurre a visitar viejos amigos al campo.
Agitamos la ginebra, rompimos la rosca y nos dimos un trago de fuego para calentar el pecho... el
frió nos estaba peleando muy duro... pero no
podíamos permitir quedarnos durmiendo mientras las
vizcachas bailaban por los potreros!... cambiamos munición,
gramajes y emprendimos la recorrida...
JA!! ni mas de 150
mtrs de la estancia, comenzaron los disparos... una
vizcachera enorme
visitábamos gracias al
capataz!... ya
teníamos las primeras!... y na noche aprontaba un legajo importante si eran
así el resto que habíamos divisado durante el día...
Cazamos alrededor de 3
hs... muchas se nos fuero muertas dentro de la cueva, otras quedaron
mansitas en el lugar
después del estruendo de los caños... las liebres... aun mas mansas con la
munición 3 y 1... logramos una linda cuota luego de perdernos 1 hora dentro del campo para regresar...
jajajaja era tan grande y todo tan igual que hasta el capataz se
perdió de noche.... menos mal q no
fuimos solos!!!! sino!!!... jamas
hubiesemos regresado a nuestras casas!...
Al otro día, terminamos de
cueriar las
vizcachas... y emprendimos una ultima recorrida por perdices sin muchos resultados... ya que fuimos a potreros recomendados por el capataz donde
encontraríamos martinetas... pero jamas se sumaron a nuestra fiesta.
Cenamos un delicioso asado a la leña hecho por uno de los peones,, compartimos el mismo con ellos y los vinos que
habíamos llevado... todos como una gran
flia en la mesa....
así que terminamos y
ellos nos invitaron a salir nuevamente por
vizcachas...
así que no dudamos mucho, ya que pensamos que luego de acostarse tarde la noche anterior y del arduo trabajo realizado en el día, ninguno nos
acompañaria. La cosecha solo fue de una mas... pobre... pero pudimos aprovechar para afianzar la amistad con ellos con el solo hecho de compartir la actividad!.
Al otro día,
amanecimos tempranos con los peones, y a las 6.00 emprendimos el regreso, previa visita a la
policía para hacer firmar los permisos y cargar combustible.Llegamos a
zarate a las 14.00 luego de 6
hs, y nos esperaba mi vieja con un caliente guiso para recuperar
energía!!!...
Un fin de semana que jamas olvidaré... del cual me llevo, no las piezas abatidas ni los tiros errados, sino.... el hecho de haber compartido el campo, el hecho de haber caminado al lado de mi GRAN MAESTRO... mi
ÍDOLO... mi eterno EJEMPLO.... mi VIEJO...
GRACIAS PAPA! estoy orgulloso de ser dentro y fuera del campo... TU HIJO.