Ya de madrugada, a las 4.30 nos encontramos y emprendimos viaje hacia nuestro destino, entre mates y vizcochos que iban haciendo mas a menos el viaje, y combatían el frió que hacia en los alrededores. Llegamos a Mansilla a las 8, y luego de pasar por la casa de Claudio, continuamos hacia los campos acompañados por los primeros rayos de sol que asomaban prediciendo un día estupendo para realizar esta actividad que tanto amamos.
Llegamos a los potreros, cambiamos nuestra ropa, cargamos las cananas con los cartuchos adecuados y comenzaron las recorridas predilectas,
Ya separados, comenzamos a recorrer rastrojos de maíz, sorgo y algunas pasturas que quedaban, donde se escuchaban cantar a las perdices
La mañana siguió en su curso y las perdices siguieron saliendo a las cuales se les dio la oportunidad de seguir viviendo, para no decir que erramos...
Llegamos a un arroyo, donde se hacían presentes patos maiceros, silbones y siriris y a distancia observe, como mi primo Pablo, se hacia dueño de uno de ellos con una gran calidad al disparar... un liebre asomó sus orejas en medio de la cañada y mi otro primo Guillermo supo hacerla mansita mediante previo disparo y un corto ruedo entre los pastos... certero disparo en la cabeza. Miestras tanto, era hermoso ver a Jonathan de tan solo 13 años carga una escopeta cal 16, la cual supo maniobrar responsablemente en cada uno de sus disparos, y que cada uno de ellos, iba dando sus primeros pasos dentro de este deporte que compartimos en familia.
Ya llegado el medio día, nos reunimos en nuestros autos para almorzar unos sandwich y una picada de longaniza y queso. Como no habíamos llevado jabón para combatir la gripe, decidimos ingerir alcohol en vino, por si la gripe había entrado por nuestras bocas... un vaso para cada uno y partimos nuevamente.
Ya por la tarde, fuimos a otros potreros, donde la perdiz se hizo mas presente, y se lograron magníficos disparos.
Esperamos volver para una ultima cacería todos juntos antes de que termine la temporada.
Una Salida esperada, disfrutada en familia, la cual logramos coordinar y saber deleitar en cada hora que caminamos juntos los campos. Una salida, que ya deja en evidencia, un nuevo integrante en el grupo...