Realizamos la primer salida de caza del año 2009.
Despues de tanta espera y ansiedad, de perros inquietos y de escopetas guardadas, logramos poner las ruedas sobre el camino de tierra que nos dirigia hacia los campos verdes de mansilla.Luego de 2 horas de viaje, de parar en fauna por los permisos y de largos mates y viejas anegdotas de viejas salidas, logramos llegar a nuestro destino.
Una mañana de espeza niebla y mucho frio nos acompañaba el 9 de mayo a las 8.30. Estabamos Gabriel, Marcos y yo, incorporandonos a nuestros arapos de caza, mediando mates que subian el espititu de esa mañana helada.
Alrededor de las 10.00 ya listos para emprender la primer recorrida, pusimos los pies en el potrero y comenzó nuestra jornada.

En la primer pasada, el perro estaba euforico como es de costumbre, y al estar sobre un rastrojo, las perdices eran marcadas a unos 40mtrs de nosotros, de todas maneras, Kastor nos esperaba a que nos acerquemos hasta el.
Abatimos algunas y logré observar en mis dos compañeros, realizar cada uno, uno de esos tiros que quedan fotografiados en la mente, felicitandolos por el hecho.
Por la noche, y despues de un largo día de caminar, comenzamos el fuego para calentarnos y poder cocinar. Prepa
ramos un guiso increible al disco mientras tomabamos nuestro clasico tintin mocoreta.
Disfrutamos la comida de una manera increible ya que la misma al estar preparada con leña tenia un sabor de esos sublimes que acarician el paladar.
La jornada termino al otro día alrededor de las 12.00hs, con los cupos cumplidos y listos para limpiar las piezas antes de emprender el regreso.
Quiero saludar a Claudio, quien nos da permiso para que entremos en sus campos y como siempre recomendarnos el mejor.
Esperamos el 23/05 regresar con unos amigos... y esta vez, hacer una extensa jornada de patos, perdices, liebres y vizcachas...

En la primer pasada, el perro estaba euforico como es de costumbre, y al estar sobre un rastrojo, las perdices eran marcadas a unos 40mtrs de nosotros, de todas maneras, Kastor nos esperaba a que nos acerquemos hasta el.
Abatimos algunas y logré observar en mis dos compañeros, realizar cada uno, uno de esos tiros que quedan fotografiados en la mente, felicitandolos por el hecho.
Por la noche, y despues de un largo día de caminar, comenzamos el fuego para calentarnos y poder cocinar. Prepa
Disfrutamos la comida de una manera increible ya que la misma al estar preparada con leña tenia un sabor de esos sublimes que acarician el paladar.
La jornada termino al otro día alrededor de las 12.00hs, con los cupos cumplidos y listos para limpiar las piezas antes de emprender el regreso.
Quiero saludar a Claudio, quien nos da permiso para que entremos en sus campos y como siempre recomendarnos el mejor.
Esperamos el 23/05 regresar con unos amigos... y esta vez, hacer una extensa jornada de patos, perdices, liebres y vizcachas...
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